La Música del cortejo

      Mis hijos son muy  "racionales", tienen a  quien salir.

Dilan tiene 5 años y me corrije:  "papá, no es así",  yo le

respondo que  podría serlo; a mi manera intento hacerle

descubrir  uno  de   los  misterios  más  fascinantes  de

nuestro propio  funcionamiento.   Los  neuro-científicos 

han descubierto  que  somos más,  administrando  zonas

de nuestro cerebro,  que  manteniéndolas  siempre en el 

mismo nivel. Una de las más traicioneras,  quien  lo  diría

es la razón,  después  de  todo  la  razón  humana no es,

                         la razón del Universo.

  Yo lo viví en carne propia cuando en mi adolescencia no

podía jugar al  cortejo,  cómo  decirle  a  una  chica  que

tiene ojos tan bellos cuando los suyos son tan  comunes,

mi razón me  hacía  creer que sólo podía decir cosas que 

yo mismo creía  reales,  ignorando   que   cada  quien  ve

la realidad como mejor le conviene.  La necesidad  llegó 

en mi auxilio y  un buen  día le dije a una hermosa chica:

Yo te quiero tanto, como en mi vida he querido jamás  y

tan  profundamente  que  tengo  miedo  de  mí, de  éste 

desmesurado  amor  que  ahora  siento por  ti  y  yo  te

deseo, con un deseo nuevo que me atormenta.  A veces

me  pregunto  como es posible que me deba adormecer,

caminar  y  tenerte  de  nuevo frente ante mí; ante mis

ojos, en mi pensamiento,  en  cada  instante de mi vida,

yo necesito de ti; com... (mi discurso pudo seguir), pero

ella me detuvo con el primer beso real de  mi  vida.  No

contaré lo que siguió;  fué una suerte que no  conociera

         tanto la música de Modugno, ó tal vez sí?...